jueves, 28 de marzo de 2013

LA MANO

LA MANO.

mi mano,
mi fiel compañera,
la que me acompaña dias y noches,
la que expresa el cariño,
la que se agita en el enojo,
el yo
que permanentemente
manifiesta mis deseos.
La mano.
Mi mano.
La he perdido,
se ha marchado,
se fue con mi deseo,
tomo mi horizonte,
y se largó más allá,
donde ya no la veo.

La mano, ¡MI MANO!
se raptó al lápiz
y me escondió los cuadernos.
Mi fiel extremidad,
me traicionó,
se fue del alcance del brazo,
se apartó y ¿no se como?
sin herirme,
sin sangrar,
sin matarme,
sin caminar,
sin hablarme,
ya no está más.

¿dónde andas?
¿donde?
devuelve lo que me quitaste,
o solo devuélveme las letras,
quédate con todo el resto,
quédate con el alcance,
con las caricias,
con los puños,
con el morbo,
con la curiosidad,
con el agarre,
incluso,
llévate también el tacto,
pero no me dejes
no me dejes sin letras,
no lo soporto...

carta a la mano...

ESTIMADA DIESTRA:

no te pediré explicaciones,
ni saber donde estas,
yo sólo quiero mis letras,
sabes lo importante que son,
sabes lo que me hacen falta,
no logro entender
¿por qué te las llevaste?
¿de que te sirven a ti?

Que buen equipo que hacíamos,
que buenos momentos,
que buenas ocurrencias,
aunque todo sigue igual,
ya nada es lo mismo,
los pies no son delicados,
el ombligo es muy impulsivo,
el corazón muy agitado,
el cerebro muy complicado
preguntarás por la izquierda
mi izquierda... dulce izquierda,
sigue tan idealista,
tan alborotada,
tan indomable,
a veces se refugia en mi pecho
o raspa con las uñas
el muñón del otro brazo,
como extrañándote.
sé, claramente,
que nada te hará volver,
los ojos me lo dijeron,
es lo que la intuición anda comentando
y rara vez comenta disparates,
ahora...
tengo que aprender
que ya no estás...

debo aprender a escribir...
otra vez...

que tengas buena suerte...

adiós

carta a la mano derecha, (mano izquierda)
ESTIMADA DIESTRA:

hola, soy la izquierda, la zurda,
espero que estés muy bien, estés donde estés.
siendo sincero, no sé por que te escribo, debe ser que te extraño,
es curioso decir esto,
por que siempre estuviste a mi lado
y ahora que haces falta,
ahora que debo hacerlo todo sola,
ahora que debo, por obligación, ser la hábil,
me doy cuenta lo que hacías,
lo importante que eras,
lo mucho que movías las cosas,
como divertías,
como defendías;
como todo.

recuerdo que antes de que aprendiéramos a escribir,
hace ya tanto tiempo,
no existía mayor diferencia,
de hecho yo era la más hábil,
pero luego...
cuando tomaste aquel lápiz,
cuando lo hiciste volar por primera vez,
cuando los colores se hicieron reales
y pintaron el cuerpo tornasol...
fue ahí, que me di cuenta,
que se había elegido bien...

ahora, debo decirte,
falta algo,
falta la mano derecha,
y por más que yo me entrene,
siempre faltará,
siempre faltarás.

no sé que haces ahora,
no sé si me gustaría saber,
pero...
si sé que me gustaría que supieras
que hay un brazo
que se ve horrible sin ti,
que las letras ya no son lo mismo,
si es que no estás para escribirlas,
quiero que sepas,
clara y expresamente,
que sin ti,
todo es diferente.

soy la mano idealista,
sigo en el brazo de siempre,
no me intentaré cambiar,
se que todo de mi punto de vista
se ve al revés,
que nadie se pone de este lado,
que la gente mira
cuando las cosas se hacen así,
pero soy una mano,
hacer que las cosas sean posibles
es una de las millones de funciones
que tengo por delante.
el lado "equivocado",
es mi lado,
soy la siniestra,
por que de mi no se espera nada,
pero sin embargo,
aquí estoy,
entre las sombras de la torpeza,
llamada a la gloria.
ahora...
todo depende de mi.


ATTE
LA MANO IZQUIERDA,
LA ZURDA,
LA SINIESTRA





lunes, 11 de marzo de 2013

Nada Anda


Nada Anda

ya nada anda,
no esta nada bien,
el reloj se detuvo,
la arena nunca terminó de caer.

cuando todo esta quieto
se cree que está bien,
la paz entra en la vida,
el silencio se hace presente, pero...

ya no anhelo el silencio,
no quiero más calma,
quiero un abrazo,
TÚ abrazo y el de nadie más.

el sol se quedó pegado
al tope de la torre más alta,
y con calor en la mollera
nada puede ser tranquilo.

es la típica quietud de medio día,
con el agobiante y abrasador sol
quemándonos como hormigas;
derretidos a merced de Dios.

estoy quieto para no morir,
tengo sed, necesito beber,
nada crece en este desierto.
El agua es vital como el amor.

bye
bye
by
Fénix...