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Detrás de la magia de hacerlos desaparecer,
de dejarlos escondidos en el olvido,
se encuentra la necesidad imperante de que regresen.
El mudo silencia el edificio desde una azotea,
en el subterráneo un sordo no escuchó
que necesitaba ayuda,
hasta que se resbala con su sangre.
Ninguna magia se completa sin hacer aparecer la paloma,
el problema es que hice desaparecer el público
lo peor de todo...
hice que el mago se fuera a almorzar.
bye
bye
by
Fénix
