jueves, 6 de enero de 2011

Entre el Amor y la Muerte.

Entre el Amor y la Muerte.

Hoy se me coló un pensamiento fúnebre entre las sábanas,
Lo pensé de nuevo y surgió una flor en el desierto,
Durante la mañana quise transformarlo en un idea alegre,
Pero resultó que a la hora de almuerzo todo cambió,
Quise que no muriera nadie, pero sólo soy un hombre.

Hay magia entre tus piernas, lo sabes y lo sé,
Quise matarte a besos por no poder amarme,
Pero la flor en el desierto no puede acostumbrarse
No hay nadie que la riegue no hay nadie que la llame,
Sólo hay un muerto a un metro de mí, que quiere resucitar.

Me imagine que a la hora del té serías un poco más inglesa
Te sentarías diplomáticamente y discutiríamos en sociedad,
Pero erré en el mecanismo y se fue todo el té a Inglaterra.
El muerto se dio por muerto y los vivos cayeron en obviedad
De podar la flor de la esperanza hasta volver a resucitar.

Apenas me di cuenta de que todo había sido un sueño,
Abofeteé mis mejillas intentando despertar de la pesadilla
Entonces sonó una dulce voz que me dijo casi al oído:
“vete a casa que te mueves mucho y no me dejas dormir”,
Hice caso y de regreso noté que estaba lloviendo fuertemente.

Cuando pensé que todo estaba resuelto,
Una mujer se encontraba en medio de mi reja,
Me explicó que sentía frío y me apresure a ayudarla,
Dijo: “soy tu amiga la muerte y me dejarás pasar”,
Quise seguirle la corriente a ver si podíamos conversar.

Entramos a la casa, nos tomamos unos tragos,
Me habló de metáforas y de las flores secas,
De humanos muertos y de tierra que yace yerma,
Mientras me hablaba me fijé en su escote,
Se dio cuenta y sonrió de forma coqueta.

Una cosa llevó a la otra y la verdad no se como pasó,
La cosa es que me encontré de pronto con su nariz helada
Y sus manos que temblaban, su cuerpo casi descubierto
Que invitaba a más de alguna caricia media incivilizada,
No pude contenerme y termine el día entre el amor y la muerte.

Se que suena extraño todo lo que pasó, ni yo lo entendí,
Pero si supieras cuanto amo las noches de lluvia tibia
Y cuanto odio mis pesadillas adormecidas de media tarde,
Sabrías que siempre que un hombre muere de día en el desierto,
Hay una flor que desde su vientre florece para las estrellas,
Así es la vida y es ese al círculo al que naturalmente pertenezco.

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enamorar a la muerte no es más que el hecho de usar las palabras para amar por siempre... la muerte siempre coquetea con todos a la vuelta de la esquina... es la prostituta que más recorre caminos y que más separa parejas...
coquetea con la muerte para poder vivir por siempre... coquetea con la muerte mientras buscas amor para vivir por siempre...

bye bye...

by Fénix...

1 comentario:

D!ana dijo...

Adictivo juego al que nos lleva la muerte coqueteando y jugando a seducirnos a enredarnos entre sus brazos y soltarnos cuando un frío suspiro se cuela de entre los labios de su victima...

Como siempre me fascino excelente forma de empezar el año :D