jueves, 25 de septiembre de 2008

te voy a contar una Historia...

Último Momento Escondido.

Cuando el cielo cae
Y sientes tu hogar lejano,
Ves a hombres llorar
Y la angustia desatada.

Es triste luchar así,
Los hermanos no deben pelear,
Pienso eso, mientras…
Me refugio de mi vecino.

En todos lados se ve crueldad
Pero nunca es tan cruda,
Como cuando la vez en la realidad
De un niño cargando un ¡“Bang”!

No te desesperes aquí,
Por que afuera de la trinchera,
Hay cuervos hambrientos
Que esperan aquel error.

La humedad atraviesa mis botas,
Y cala la esperanza hasta el hueso,
Pero eso no importa ya,
El enemigo asecha y debes pelear.

No defiendes sólo tu vida,
Defiendes también a los tuyos,
A aquel hijo que vendrá si mueres
Y a la hija que violarán si te rindes.

Al final una ráfaga de aire
Es el fin de todas las historias aquí,
Supongo que un estruendoso sonido
Será lo último que oiga en este rincón.

Es imposible evitar el morir,
Me hubiese gustado si, no escondiéndome,
Por eso me jugaré mi última bala de frente,
Aunque esperaré un poco más.

No tengo prisa por morir,
Prefiero recordar un poco más,
Así me armaré de más valor, y puede
Que aquellos niños se aburran de jugar.

En mis manos un arma con una única bala,
En mi mente un mundo que no merece muertes,
Depende de mi si seguir haciendo familias infelices
Será la mía sí o sí, ¿querré que sea la de otro también?


El Cuervo y lo Sucio de la Guerra.

Al final fue sólo la suya soldado,
¿Por qué se guardo su bala y salió a luchar?
Su pecho fue muy resistente
Fue el pecho de un valiente.

Me deja devastado ver la bala en su bolsillo,
Me arruinó lo que creía mi victoria,
Me alejó de este campo de sangre
Y me envió por unos instantes a reflexionar.

No dejo de pensar en que somos enemigos
Y que pese a todo se vio acorralado,
Realmente no tenía posibilidad alguna de matarnos,
¿No hubiera sido mejor rendirse?

Pienso que debió haber sido alguien inteligente,
De hecho sería casi digno de imitar,
Pero es una mala combinación ser soldado
Ser apasionado, brillante y temerario.

Acabo de darme cuenta que ganó al dejarme ganar,
Me ha quitado todo ánimo de combatir
Por haber respetado la vida de sus enemigos,
Sin dejar de sentir tal pasión por su país, su familia.

Realmente me siento como un cuervo,
Más aún por que fui yo quien estuvo en su bolsillo,
Quitándole el honor de morir junto a su nota…
Espero alguna vez pueda perdonarme.


El Niño y el Favor.

Soy el niño que cargaba el “Bang”.
Supongo que por su posición y la mía,
Me tuvo en la mira varias veces,
Sin embargo mi arma fue la que mató.

El sargento nunca logró salir del infierno,
¡Su cuervo ya no lo asechará nunca más!,
No logró soportar que alguien le recordara
Como es que pelean las batallas los hombres.

Soy el niño que le debe la vida,
Esa tarde oscura fue usted el maestro,
Quien con un gesto cuestionable de valentía,
Me enseñó como vivir el resto de mi vida.

Trataré de seguir viviendo con dignidad,
A la altura de lo que se merece su alma,
Yo fui su verdugo y ahora soy su discípulo,
La prueba de esto es saber perdonarme.

Haré un gesto para remediar la esta vida,
Esta oportunidad que me has dado,
Tu nota la tendrán los que aun te aman,
Para que aprendan de lo grande que fuiste.

Yo seré el ejemplo viviente de tu grandeza,
De esa entereza de ser humano que tienen pocos,
Me haré digno de vivir esta oportunidad,
Es el favor que te debo.


3 poemas, 1 historia...

bye bye
by FÉNIX...

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