sábado, 20 de junio de 2009

Cuando una Lágrima de Pena se Transforma en Lágrima de Odio.

Cuando una Lágrima de Pena se Transforma en Lágrima de Odio. (De la Impresión al Duelo)

De repente te encuentras sentado en algún lugar lejano,
Escondido de la gente que te azota con la lástima,
Vienen a tu mente memorias múltiples en fractales celestes,
Que por alguna extraña razón llueven, pero solo a ti te mojan.

Crees que lo natural se ha vuelto increíblemente inconcebible
Y que las clases de crecimiento personal ya han dolido suficiente,
Sientes entonces la necesidad de transformar todo aquello que quema,
Y activas lo más oscuro que existe en tu repertorio sentimental.

De alguna manera debes liberar el fuego interior que te rebasa,
De alguna manera debes enfrentar la lluvia cuando se rompe el paraguas,
Entonces las lágrimas caen hasta tus manos que se empuñan,
Como protegiendo y recargándose de un inexplicable rencor.

En ese momento siempre debió existir alguien que te diera tranquilizantes,
Debió…
Pero no existe, o sino sería lógico y normal el mundo,
Y nunca lo ha sido y nunca lo será,
Por que el ser humano no puede controlar lo divino e inexplicable.

Desde entonces que las cosas no andan bien para nadie,
Como si fuera culpa de un mal sentido de la orientación
O más bien de la irremediable manera de salir de este mundo
Y el inconformismo del ser humano que lo lleva a empeñarse a negar su naturaleza.

Apunto mi puño rencoroso a la naturaleza irremediable de vivir con dolor,
Al sistema estúpido de algún día tener que morir por que todos lo hacen,
A las lágrimas impotentes de algún ser humano sensible y depresivo
Y a las caras de otros humanos que se levantan rebeldes contra lo natural.

Mi boca ensangrentada gustosa recibirá el castigo de otro humano más,
Por que en mi mente pienso que tampoco ganará la lucha de la vida,
Por que sólo existe para el mundo, mientras es necesario que exista,
Es un proceso natural, lógico; patético si no lo logras comprender,
Si todo algún día comenzó…
Todo algún día debe terminar.

Entonces el color rojo se destiñe y se transforma en café,
Cuando la furia y el enojo, se conforman y calman,
Cuando dejas de llorar por el absurdo motivo del cansancio,
Y el agridulce se transforma en amargo, aunque ya no te importa,
Es cuando, la furia se transforma en resignación.

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a veces dan ganas de golpear...
a veces de dejarse pegar...
otras veces dan ganas de tirarse de un puente...
otras de perseguir autos...
a veces tbn de solo caminar...
otras de sentarse en una banca a observar...
y hay tantas otras veces que me aburre describirlas...
esta vez tenía ganas de algo...
pero fui incapaz de reaccionar...

bye bye

by fénix...

PD: al menos con un título descente...

1 comentario:

Requiem dijo...

Soy tu fan desde ahora. Si escribes algo más bajo que esto, dejo de serlo.

Me gustaría saber de qué tenías ganas, y no pudiste reaccionar.

Y por qué no pudiste.

Pero, a veces, hay cosas que es mejor que se queden en lo indecible.


Un abrazo.